martes, 22 de junio de 2010

Deciamos ayer



Un enlace que me ha encantado, vía @kanvasmedia:


Que me ha parecido interesante de verdad, así que he decidido utilizarlo con mi anterior post sobre e-factura.

martes, 1 de junio de 2010

Factura Electrónica. Después de la conferencia europea.

Con esto de que hace +/- 1 mes (27 y 28/ABR) se celebró en España la cumbre europea de facturación electrónica, organizada por la presidencia de turno española, en todos los blogs y páginas que tratan el tema se han escrito infinidad de cosas, resúmenes, opiniones, estrategias…

 

Por ejemplo,

-    Santi Casas en "Vivir Con Menos"

-    Julián Inza en "Todo Es Electrónico"

-    Bartolomé Borrego en "Procedimientos Telemáticos"

-    … (si alguien se le ocurre otro, que me lo diga y lo pongo.)

 

Así que yo también quiero dar la mía. Es la ventaja de tener un blog. Todo esto a raíz de un post en el blog de iSigma, como dicen ellos "opinión de referencia en materia de firma electrónica", con título "Todo por las PyMEs, pero sin las PyMEs" (recomendable).

 

Hay varios debates que creo que nos alejan del objetivo real de la e-factura, actuando como árboles que no nos dejan ver el bosque:

 

1.- En realidad… qué es una factura electrónica? Podríamos considerar un PDF (sea escaneo de una en papel o bien la impresión en PDF de una que imprimiríamos en papel) o incluso un vídeo en youtube (filmando una factura en papel que ya tenga) una factura electrónica -en realidad, sería digitalizada. O sea, me ahorro el papel. Es algo. Podríamos ser más ambiciosos, y generarla ya en formato digital (el PDF p.ej.), enviarla electrónicamente y que el receptor la archive en un disco duro o CD. De un plumazo evitamos el papel y su logística asociada (desde comprarlo para el emisor, correos y hasta archivarlo para el receptor). No está mal. Y está la factura "pata negra" que además es procesada automáticamente por un sistema informático, lo que implica que tiene que estar en un formato concreto de datos, y que consideraríamos un documento estructurado. Lo que nos lleva a …

 

2.- La guerra de los formatos (dentro de las estructuradas fundamentalmente). Hay 2 candidatos (3 en España): CII (intentando alzarse como estándar ISO, gestionado por la ONU y basado en los famosos core components de ebXML), UBL (estándar OASIS, utilizado con alguna variación en el norte de Europa, la DG Patrimonio y por la mayoría del software en el mercado, también procedente de los core components ebXML y en tratos con la ONU también) y finalmente facturae, la propuesta española construida desde cero. Dado que todos se basan en XML, y esta tecnología ya tiene en sus genes casi desde el principio la transformación de XML hacia lo que sea, no debería ser un problema. Simplemente, debería ser tratado como un tema de interoperabilidad, más que como un tema religioso en el que a veces caemos todos (por cierto, yo apoyo UBL; facturae es a la facturación electrónica lo que el ancho de vías español es a la interconexión ferroviaria europea: parece que da igual, pero al final hay que gastarse una pasta gansa en adaptarlo).

 

3.- Que si las firmamos, o no, y cómo. Estructuradas o no, pueden estar a su vez firmadas o tampoco. Hay para todos los gustos: A) que no se firmen, limitándonos a hacer una versión en bits de una información habitualmente tratada en papel, B) Que las firme alguien que provea estos servicios, por ejemplo una plataforma de facturación electrónica (yo trabajo en una Entidad Financiera que tiene una), o un gestor administrativo, de la misma forma que trata impuestos, y C) que el propio emisor las firme electrónicamente con su propio certificado de firma. La ley española establece varios tipos de firmas y exige la de más alto nivel, "reconocida", para firmar una factura, quizá algo excesivo.

 

4.- Y aún quedaría el importante punto de si la e-factura es una entidad en sí misma o ha de ser un componente de un proceso electrónico más ambicioso (más incluso que EDI). A mí me gusta esto, pero planteado desde una óptica posibilista. Empezaría claramente por el extremo de la factura.

 

Por último, hay que definir bien el papel de la administración pública en este tema (la exijo? No estaré dejando fuera a PyMEs que no pueden/saben hacerla? NO). Esto es productividad. Esto es competitividad. Si no, sólo quedan los sueldos o las cotizaciones sociales para ganarla.

 

Lo que sí veo claro es que necesitamos actuar sobre la productividad en la economía, sobre todo la española. Partimos de un "estado del bienestar", mejor o peor, que incluye desde la sanidad a la edad de jubilación, pasando por educación y otros servicios sociales de ayuda. Además, tenemos en general una clase política terriblemente cara y un sector público muy poco eficiente, y en crecimiento. Que es otra manera de decir caro. Podemos, como parece que es la moda ahora, ganar competitividad y productividad a costa de los de siempre, los más débiles. También podemos ganarla a lo grande: con eficiencia real.
 
Necesitamos la e-factura. Porque necesitamos rebajar nuestros costes, aumentar nuestra eficiencia. El ladrillo no va a volver, y sólo con turismo no vamos a mejorar. Eh... Y no pasa nada. Ni pasó con el euro, ni pasa con la AEAT al pasar a presentación telemática los impuestos...

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